jueves, diciembre 21, 2006

Carta Al Olvido

Al que lea ésto:
---------------Hoy decidí que mi vida debía ser tomada por mi propia mano. Esperar un fin estúpido, tal como un auto, un asalto o una enfermedad, no vale la pena. Logré comprender que mi espíritu autodestructivo es más fuerte, que es lo que me mantiene vivo aún. Llegué a entender que mis errores eran muchos, mis cambios leves y mis esfuerzos vanos. Sin embargo, no bajo los brazos.
---------------No quiero que se piense que me estoy rindiendo, sólo estoy cambiando de plano, de tablero, pero las fichas son las mismas. Uno está destinado a ser por siempre el mismo, aunque su actitud para con todos pueda variar.
---------------Mi espacio ya no me conforma. Siento simplemente afectar a la gente que me rodea y rodeo. Creo que a ésta altura ocupo el lugar de un adorno en un estante cubierto de tierra y polvo. Las personas se acostumbraron a verme, a pasarme por al lado, pero sólo soy eso. En el momento en que no esté más, lo van a notar. Por supuesto, hasta que la costumbre los aseche nuevamente.
---------------No sé por qué escribo ésto, lo guardo en una botella y lo arrojo al mar con todas mis fuerzas, como esperando que alcance la costa del otro lado del océano. Siempre me gustó el agua, a pesar de la fobia a nadar. Los sueños son como ella, tienden a ser transparentes y no muestran ni su fondo ni su fin. Tienen una viscocidad suave, casi imperceptible al igual que un ligero movimiento y una brisa que se puede volver la tormenta de una pesadilla. Son engañosos y sin embargo, el mundo no sería el mismo sin ellos...
---------------En fin, quiero que lo último que escriba se mantenga ahí, quizá por días, hasta quedar estancado en alguna playa cercana, o tal vez años y viajar por todo el planeta, en busca de un nuevo dueño. Que ella, junto con el agua, decidan el destino de mis palabras.
...Esto es sólo un desahogo en el mar...