lunes, diciembre 25, 2006

Destino
Como si fuera una obra musical,
con sentimiento,
presto, fortissimo.
Corrió con todas sus fuerzas, se arrojó por encima de la cama y desesperada intentó tomar el teléfono inalámbrico. Luego de dos o tres malavares con el mismo, lo sostuvo con cuerpo y alma. Arrastrándose de una forma desenfrenada y patinándose con su propia sangre, entró en el cuarto de baño. Dio un portaso, el cual casi le cuesta dos dedos. Sus manos temblaban incansablemente. Giró la llave una y dos veces. Buscando la tercera, la quebró bruscamente. De un salto, se metió en la bañadera. No sabía más qué hacer, ya estaba atrapada. Su helada transpiración aceleraba su pulso. Marcó el número. Nervios. Se equivocó, lo volvió a marcar. Cada silencio antes del tono era interminable. Su corazón latía rápido, muy rápido, más rápido, más fuerte.
-¿Hola?.
La puerta comenzó a sacudirse.
-Soy yo.
Las grandes bocanadas de aire no le alcanzaban a su agitada respiración.
-Co...
-No hay tiempo, ya es tarde.
-Pe...
La madera crujió desgarrándose frívolamente. Una gran astilla se clavó cerca de su cara.
-Tenías razón, no debía involucrarme.
-¿Qué sucede? ¿qué es lo que pasa?.
-No puedo hacer nada más.
El espejo estalló.
-Es tarde, ¡es muy tarde!.
-¡Esperá!.
La cortina comenzó a abrirse.
-Te amo, tenía que decírtelo. Adios.
-Est...
Linea muerta...